nuestros vinos

… ”Estoy feliz, en medio de mi tristeza mediterránea, de estar aquí. Y decirte lo lindo que es pensar en estructuras de luz, y tirarlas como redes aéreas en la tierra, para que ya no sea ese lugar oscuro y perdido que se les aparece a muchos, o ese lugar de esclavos que se muestra. a muchos … Para decirte lo buena que es la Tierra, y el primero de los valores, y que se defienda en todo momento. En sus pueblos, incluso en sus bosques, manantiales, campos, dondequiera que haya ojos, incluso los ojos de un pájaro o de un animal doméstico o salvaje. Dondequiera que haya ojos que te miren con paz o con miedo, hay algo celestial allí, y debe ser honrado y defendido. Yo se esto. Que la Tierra es un cuerpo celeste, que la vida que allí se expande desde tiempos inmemoriales está ante el hombre, incluso ante la cultura, y pide seguir siendo, y ser amado … ”. … «Hay un mundo viejo, fundado en la explotación de la madre naturaleza, en el desorden de la naturaleza humana, en la certeza de que no hay nada sagrado. Respondo que todo es divino e intocable: y más sagrado que todo son los manantiales, las nubes, los bosques y sus pequeños habitantes. Y el hombre no puede transformar este esplendor en conservas y mercancías, sino que debe vivir y ser feliz con otros sistemas, de inteligencia y paz, junto a estas fuerzas celestiales «.

A.M. Ortese – Cuerpo celestial